jueves, 27 de agosto de 2009

¡¡¡GRACIAS A LA VIDA!!!

El día 20 tuve la fortuna de poder ir a ver un concierto en el puerto de Alicante, que interpretaba la cantante Pasión Vega. Reconoceré que aunque el repertorio no nos ofrecía nada nuevo, si que me encantó su interpretación ya que esta artista tiene una voz realmente expectacular.
Al acabar ofreció un clásico "Gracias a la Vida" de Doña Violeta Parra, que os invito a que veais porque merece la pena.

http://www.youtube.com/watch?v=D5bVv7UV6hI&feature=PlayList&p=05070A7075CC0AEF&playnext=1&playnext_from=PL&index=11

Pero sobre todo lo que más me impresionó fue la letra de esta canción, que nunca me había parado a escuchar desde el corazón y me impactó la poesía que contenía.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abedecedario
Con él las palabras que pienso y declaro
Madre amigo hermano y luz alumbrando,
La ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Con ellos anduve ciudades y charcos,
Playas y desiertos montañas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro el fruto del cerebro humano,
Cuando miro al bueno tan lejos del malo,
Cuando miro al fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto,
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es el mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto.

Gracias a la vida
Gracias a la vida
Gracias a la vida
Gracias a la vida.

Fuente: musica.com

Violeta Parra


Si tuviéramos todos los humanos la sabiduría de, cada día que nos levantamos agradecerle a la vida por todas estas cosas, tan sencillas que nos indica esta canción, tal vez, no se....., casi seguro seríamos mucho más felices.

lunes, 17 de agosto de 2009

COACHING PARA ARTISTAS EN MALLORCA


Con el fin de acercarnos cada día un poco más al arte, a los músicos, escritores y artistas en general a partir del 1 de septiembre abrimos nuestra nueva delegación en Palma de Mallorca en Son Sardina.
Desde Musicalcoaching pretendemos que sea este centro de Alto Rendimiento, un lugar de encuentro para todos aquellos artistas que quieran navegar en su crecimiento personal, saber más y más de ellos mismos y utilizar el coaching como una herramienta maravillosa para sondear en nuestro camino personal.
Allí un equipo de Coacheers os ayudaremos en todo lo que podamos y a cubrir todas vuestras necesidades ofreciendo un abanico de formaciones y servicios de Coaching Personal.
Gracias por vuestra colaboración.
Beatriz Vilas
Directora de Musicalcoaching
www.musicalcoaching.es

PARA LOS AMANTES DE LA MUSICA Y DE LA ESCRITURA

Hoy una gran amiga, amante del coaching y gran escritora me ha regalado un poema el cual me gustaría hacerlo público ya que ella, además de ser pianista es una muy buena escritora. Su nombre es Marta Truchuelo de Andoain (Guipuzcoa). Muchas gracias Marta por tu arte y por utilizar las técnicas del coaching en tu día a día. Merece la pena leerlo.

CAMBIO DE TONALIDAD

Amarillo, azul, rojo… óleo, pastel, acuarela… espátula, pincel, brocha… Cualquier color, técnica, medio… él lo convertía en una obra de arte. Desde niño mostró una temprana vocación por el dibujo. Sus dotes artísticas fueron tildadas de extraordinarias por sus profesores. Era un entusiasta de la pintura, su retina era capaz de capturar momentos imposibles, situaciones casi inapreciables para el resto de las miradas. Con tenacidad y gracias a ese don logró por méritos propios el reconocimiento de la crítica. El último autorretrato que pintó captaba a la perfección su alma: su piel desprendía un brillo jovial, la abundante mata de pelo se ensortijaba en indomables rizos azabaches, como su creatividad, y unos penetrantes ojos canalizaban una mirada entusiasta.

Una radiante mañana de verano el pintor bajó a la playa con un caballete y otros útiles de trabajo. Paleta en mano fue vaciando los tubos de óleo y diseñó un improvisado mosaico de colores. Tomó un pincel, mezcló algunas pinturas y arrebató al inmaculado lienzo su pulcra esencia. Su mirada paseaba de la línea del horizonte a la tela. Dejaba volar su mano desde la paleta, pasaba por los tubos, jugueteaba con la espátula o los pinceles, y reposaba en el firme lienzo. Azul del cielo matizado por los azules del mar. El viento empujaba las nubes y hacía cambiar la luz a cada instante. Respiró el tibio aire marino y disfrutó de los colores estivales. La realidad fugaz que pretendía captar huía de su retina. Resbaló uno de los pinceles de sus dedos, se agachó y sintió un leve mareo. Continuó pintando, pero apenas podía enfocar la mirada. Las nubes galopaban, el mar invadía el verde montículo, el sol resplandecía en el lienzo… todo se mezclaba…se difuminaba… y un collage de mil colores estalló en su cabeza. En vano intentó sujetarse a su cabalgadura… caballete, pintor, paleta, pinceles cayeron como un dominó componiendo en la arena el dibujo de un terrible presagio. Le encontraron aferrado a sus útiles de pintura. Fue su última obra. El diagnóstico cayó como una sentencia de muerte para el pintor: sus ojos se apagaron, la noche perpetua invadió su vida, la tristeza del invierno se instaló en su alma.

“Apenas recuerdo el azul del mar, el rojo rubor de unas mejillas, el naranja de un atardecer”—confesó un día, angustiado. Pasó mucho tiempo, pero asumió que debía aprender a desenvolverse en ese nuevo mundo impregnado de un denso tinte de tinieblas, vacío de color y ausente de luz. Desarrolló otras capacidades, aprendió a captar la realidad a través del tacto y también del oído. La música le sugería sensaciones jamás evocadas por ningún otro sentido. De niño aprendió a tocar el violín, pero llevaba años sin practicar.

Una radiante mañana de verano bajó a la playa con su violín. Recorrió sus dedos por la sinuosa silueta de madera del instrumento, acarició sus cuerdas y fue afinando aquella fina cabellera. Comprobó la longitud del recorrido del arco y una vez familiarizado con el violín, lo colocó en su hombro y descansó su barbilla en el apoyo. Sus dedos presionaron con firmeza ciertas cuerdas y el otro brazo dejó volar el arco. Titubeó, se confundió, pero recordó: “Mezclar, probar… como pintar”. Recuperada la confianza comenzó un baile de notas que arrancó con una sugerente melodía: el azul del mar... los ojos de su novia... el verano diáfano.... Continuó con una sencilla sonata... las olas jugaban en la orilla...

Sonrió… sentía el color, la calidez de los tonos y la luz del verano... notas que diseñaban una nueva composición en su vida… amarillo, azul, rojo....

Marta Truchuelo, Andoain 16/08/2009



Aprovecho para contaros que Marta está participando en un concurso de escritura en Donostia (Guipuzcoa), os animo a que votéis, participéis en el mismo.

Hay que entrar en esta pagina web, en el mío (relato 4, Fauna ibérica), "leer más" y debajo está la puntuación y las casillas donde rellenar vuestros datos. Si preferís, como tengo vuestros datos, lo hago yo, vale???

http://www.noticiasdegipuzkoa.com/losrelatosdelverano/2009/

Muchas, muchas gracias (el plazo es hasta el 23 de agosto)

Gracias a todos por adelantado.